El Orígen del Día y de la Noche (Leyenda del Pueblo Achuar)

«Yo quiero jugar y jugar!. No quiero ir a dormir. Quisiera que nunca venga la noche y solo jugar y jugaar!».

Nantip era un n20171129_110455iño inquieto. Saltaba en los árboles, corría detrás de las gallinas, se lanzaba al agua desde el árbol de guaba. Nunca paraba un momento. Nantip no quería dormir, al atardecerse sentaba cerca del fogón y agarrado de las rodillas molestaba al gato que dormía sobre uno de los tres troncos del fogón.

Su madre lo observaba. El sueño había huído de sus inquietos ojos y, aquella noche, pensó contarle la historia del día y de la noche…

«Nantip«, ven, le dijo su madre «te voy a contar porqué existe el día y por qué existe , la noche».

«Había un tiempo en que los dos hermanos, Sol y Luna , vivían en la tierra. Nunca caía la noche y las mujeres jamás podíamos descansar, debíamos hacer chicha de yuca todo el tiempo. Los hombres , igualmente, cazaban todo el tiempo y estaban muy cansados pues nunca dormían.

Luna estaba casado con su mujer  Auju. Un día, antes de ir de cacería, Luna pidió   Auju que le cocinara zapallos. La esposa cocinó los zapallos solo para ella y a  Luna le dejó los zapallos fríos y verdes.

Cuando Luna regresó, cansado de la cacería, se enojó al encontrar solo zapallos verdes y habló a su esposa diciéndole: «Qué glotona eres! Te haz comido todo los zapallos!»

Auju muy segura dijo:»Cómo voy a poder comer todo si mi boca es tan chiquita». De hecho, luego de comer los zapallos maduros, Auju se había cerrado la boca con unos espinos de chonta.

Luna estaba muy enojado y decidió subir al cielo trepandose por el bejuco que antes unía la tierra al cielo. Auju , temerosa, quiso seguirlo, pero Luna pidió a una ardilla que cortara el bejuco y Auju cayó. Del susto de la caída, la mujer se hizo polvo, se transformó en arcilla para hacer las cerámicas.

Después de mucho padecer, finalmente Auju se transformó en pájaro y Luna se quedó a vivir en el cielo, conviertiéndose en el astro que ilumina las noches. Así fue como surgieron el día y la noche.

«Y desde que se cortó el bejuco ya los Achuar no podemos subir al cielo».

Nantip se había quedado dormido y su mamá pudo finalmente descansar. La noche de luna estaba llena de llanto de Auju que sigue buscando a su esposo lejano.

Tomado de: La Palabra Mágica Cuentos y Mitos de los pueblos indígenas de la Amazonía Ecuatoriana.

Ven conoce más sobre la Amazonía ecuatoriana visitanos en el Museo Abya – Yala de la Universidad Politécnica Salesiana – Quito

Av. 12 de Octubre 23 -116 y Wilson

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